1. Hay que entrenar de vez en cuando en el mar.

Si esperamos a hacerlo solo el día antes, no vamos a controlar los cambios que se producen en el mar con las olas, las corrientes, los recorridos, etc. Es aconsejable que te familiarices con esos cambios respecto a la piscina.  

2. Entrenar en grupo es mejor que entrenar solo.

Te ayuda a sentirte más seguro y de paso a aprender técnicas que tendrás que desarrollar cuando nades una travesía o una prueba de larga distancia en mar abierto, ríos o lagos.

3. Entrena en situaciones de apnea:

Nadar con respiración hipóxica, con amneas, etc. Así aprendemos a controlar esta situación y a familiarizarnos con la falta de aire sin que nos colapse o nos obligue a parar para equilibrar nuestra respiración. Además nos ayuda a aguantar sin respirar varias brazadas sobretodo en el inicio del nado cuando entramos en el agua en una prueba de larga distancia y cuando faltan unos metros para llegar, mejorando así nuestra posición y la frecuencia alta de brazada.

4. Coge puntos de referencia: 

Cuando tengas que realizar una prueba en aguas abiertas, debes visualizar el día antes todo el recorrido y estudiarlo bien para que cuando te tires al agua, ya tengas trazado el recorrido en tu mente. Coge puntos de referencia fuera del agua para saber en qué momento y en qué distancia aproximada estás en tu recorrido. Puedes memorizar espigones, hoteles de la zona, zonas de playa concretas, etc.

5. Realizar un buen calentamiento y nado antes de la competición.

Hay que dedicar unos 10-15 minutos a nadar antes de la prueba con el fin de amoldar nuestra respiración y hacer que nuestros pulmones se “amplíen”. También para calentar nuestros músculos y aumentar el riego sanguíneo en ellos antes de la prueba. Cuando empezamos a nadar o cualquier otro ejercicio físico, tenemos sensación de falta de aire y haber calentado en ese aspecto, nos facilita el comienzo rápido de la prueba sin desequilibrios cardiovasculares y respiratorios.

6. Aprende a nadar con la cabeza fuera del agua:

Es importante que realices algunas series de entrenamiento de crol alternando el nado con la cabeza fuera y nado con la cabeza dentro. También debes hacerlo bien, intentando que la barbilla y la boca estén sumergidas cuando levantes la cabeza, respirando por la nariz. Con eso conseguiremos que la posición del cuerpo en el nado apenas varíe y mantendremos un mejor deslizamiento por ciclo de brazada. Además no debemos nadar mucho tiempo con la cabeza fuera, solo unas brazadas de forma cíclica para poder mantenernos orientados en todo momento.

7. Hay que hidratarse bien y hacer cargas de carbohidratos 3 días antes de la prueba.

Con ello evitaremos posibles calambres por falta de hidratación y mineralización. Sigue una buena hidratación antes y durante la prueba, come alimentos ricos en potasio (plátanos) y carbohidratos lentos y de bajo índice glucémico para llegar a la prueba con los depósitos de glucógeno “full”. También es importante que estires los isquiotiviales, cuádriceps y gemelos porque son las zonas dónde más incidencia hay en los calambres. Lleva siempre una bebida isotónica contigo.

8. Aprende a aprovechar el mar.

El mar es cambiante y no para de moverse. Aprende a seguir las corrientes a favor para nadar con amplitud y aprovechar las olas a tu favor para desplazarte con menos esfuerzo e integrar pequeñas aceleraciones en tu nado.

9. Ten en el crol tu mejor aliado.

Entrena mucho crol en la piscina y mejora tu técnica al máximo. El crol es el estilo más rápido y el que vas a utilizar más en una prueba de aguas abiertas. Cuanto mejor seas técnicamente en ese estilo, más garantías de éxito obtendrás.

10. Prográmate series y nados con cambios de ritmo.

El mar siempre cambia y es muy difícil regular un ritmo. Cuanto mayor sea el abanico de intensidades en el que nos hayamos entrenado mejor resolveremos situaciones difíciles.

11. ¿Con traje o sin traje?

Si la prueba requiere neopreno úsalo y entrénate antes con él para acostumbrarte a la flotabilidad y evitar roces en la competición.

12. Nada en piscina con la técnica de crol para aguas abiertas.

No siempre es posible entrenar en el mar, pero puedes entrenar en la piscina la técnica. Un modo de hacerlo es cerrando los ojos y solo subir cuando quieras mirar. Pruébalo, es muy divertido y así interiorizas su mecánica.

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